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¿Por qué nos duele la panza frente al estrés?

¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando estamos frente a situaciones de estrés o ansiedad? ¿Por qué nos duele la panza cuando sentimos miedo, estrés o ansiedad? ¿Por qué a ciertas personas se les cae el pelo cuando sufren de estrés?

Hace muchos años se creía que la mente y cuerpo funcionaban de forma independiente, como dos sistemas en paralelo. Como si estuvieran desconectados.

Con los avances de la ciencia sabemos que es nuestro cerebro es quien comanda nuestro organismo, una maquinaria que logra así mantener el equilibrio.

La balanza del cuerpo: el cerebro bajo estrés

Simplificando todo el sistema, podríamos decir que nuestro cerebro funciona como una balanza:

Cuando ocurre una situación que se percibe como estresante o amenazante inclina la balanza hacia un extremo. En ese extremo se activa nuestro sistema “simpático”, un sistema de “alarma”. Una alarma que provoca que nuestro corazón lata más rápido, que nuestra respiración se acelere y que nuestros músculos se contraigan. Lo que sucede es que se liberan a la sangre cocktail de hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, para responder de forma rápida y  efectiva.

Por el contrario, si nos encontramos ante una situación donde nos sentimos seguros y tranquilos, la balanza se inclinará al extremo opuesto, activando nuestro sistema “parasimpático”. Este sistema prácticamente genera lo contrario al sistema “simpático”: baja la frecuencia cardíaca, disminuye la presión arterial y favorece la relajación muscular.

Balanza mal calibrada: dolor de panza y ansiedad

Muchas veces nuestra balanza se encuentra mal “calibrada” y cualquier conflicto o situación, incluso nuestros pensamientos pueden generar que la balanza se incline hacia un extremo de forma exagerada.

Esto ocurre sin darnos cuenta, sucede de forma inconsciente, y muchas veces circulamos por la vida con la balanza “mal calibrada”. Lo que sucede es que nos sentimos sobrecargados y agobiados, ya que la balanza registra todo lo que nos sucede de forma errónea.

Al estar ansiosos o tener estrés crónico, el impacto prolongado de las hormonas del estrés que se liberan a la sangre, termina siendo nocivo y repercute en todos nuestros órganos.

Cuando la balanza se inclina hacia el lado “simpático”, que de simpático tiene poco, los órganos que se activan reciben mayor “atención”. Se les da la preferencia a los músculos, el corazón y los pulmones, dejando en segundo plano a aquellos órganos no tan necesarios en una situación de estrés, como el sistema digestivo y la piel.

Por lo tanto, no ha de sorprendernos que nos duela la panza ante situaciones que nos generan ansiedad o tensión. Esto se debe a que literalmente nuestro estómago recibe menos flujo de sangre, se contrae y esto nos produce dolor.

El impacto del estrés en el cuerpo puede ser muy variado. Por ejemplo, es muy frecuente encontrar personas que frente a situaciones de estrés crónico se les cae el cabello. Esto se entiende dado que nuestro sistema de alarma no prioriza nuestro pelo ante una supuesta situación de estrés.

Cómo calibrar la balanza: la hipnosis

La hipnosis clínica es una estrategia muy efectiva que nos ayuda a  calibrar nuestra balanza y nos permite llevar una vida mas saludable y plena.

La hipnosis nos ayuda a liberar esa carga innecesaria y nos enseña a equilibrar las situaciones sin sobrecargar ningún lado de esa balanza.

Queremos invitarle a que nos cuente su situación haciendo clic aquí.

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Hipnosis para la ansiedad ¿qué es?

La hipnosis es utilizada a nivel mundial tanto en medicina como en otras disciplinas como la psicología y odontología. Muchas personas se preguntan: ¿Cómo es una sesión de hipnosis para la ansiedad? ¿Cómo es el procedimiento? ¿Seré capaz de ingresar a un estado hipnótico? ¿Qué beneficios tiene la hipnosis en la ansiedad?

Lo más importante es conocer al detalle su historia clínica. Se trata de la única manera de poder brindarle la mejor estrategia. Dado que cada paciente es único, en el Centro de Hipnosis nos especializamos en diseñar tratamientos personalizados. Tenemos como misión darle a nuestros pacientes una atención humana, de calidad y según los últimos protocolos de hipnosis clínica a nivel mundial.

¿Cómo se utiliza la hipnosis para la ansiedad?

La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras: insomnio, crisis de pánico, pensamientos rumiantes, o inclusive en algunos casos con somatizaciones como puede ser la caída de cabello o gastritis.

Por lo tanto, se utilizan un conjunto de técnicas de hipnosis clínica y terapia breve para que cada persona adquiera las habilidades necesarias en tiempo y forma.

Si usted se encuentra recibiendo otros tratamientos farmacológicos o psicoterapéuticos, debe saber que este tipo de técnicas no se contrapone con los mismos, por el contrario, la hipnosis es una excelente herramienta que potencia otros abordajes.

Desde la primera sesión usted podrá experimentar los beneficios de la hipnosis, notando un cambio de perspectiva de su problema de ansiedad.

Ya hemos hablado anteriormente de los beneficios fisiológicos que se producen al ingresar a un estado hipnótico: nuestro organismo logra “activar” nuestro sistema parasimpático. Por lo tanto, disminuye nuestro estado de alerta, baja la frecuencia cardíaca, nuestra tensión muscular se relaja e incluso el flujo de pensamientos rumiantes se reducen notoriamente.

¿Es difícil entrar en trance? Soy muy ansioso.

A nuestros pacientes le resulta muy natural ingresar a un “trance” hipnótico. De por cierto, la mayoría de las personas ya lo han experimentado: cuando se concentra en leer, viendo una película o manejando. En esos momentos su mente cambia a un estado de conciencia distinto, donde puede perder la noción del tiempo o incluso logra neutralizar las señales del exterior. Su mente se encuentra tan focalizada y envuelta por la experiencia, que naturalmente ingresa a un estado de “trance” que llamamos “hipnosis espontánea”.

Lo sorprendente de la hipnosis clínica es que nuestros pacientes adquieren la habilidad de ingresar voluntariamente a ese estado. Esto se consigue fácilmente a través de los entrenamientos en las diversas técnicas que podrá aprender en pocas sesiones.

Entonces, la hipnosis clínica podría ser considerado como un “neuroentrenamiento” en donde usted va a “potenciar” su mente para poder controlar su ansiedad y estrés.

Cuanto más se entrene, más rápido podrá experimentar los beneficios de ese estado. Es por eso que, en los casos de pacientes con ansiedad, siempre grabamos las sesiones para que tengan la posibilidad de entrenarse en casa.

Sabemos que una conducta repetida en el tiempo se transforma en un hábito. Un nuevo hábito, una nueva habilidad que usted está por adquirir y que mejorará notoriamente su calidad de vida y la de su entorno. 

Lo invitamos a comenzar con esta experiencia positiva que cambiará su vida. Queremos escuchar su historia haciendo clic aquí.

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¿Qué es el estrés bueno? Aquí está la diferencia

Para contestar la pregunta de si el estrés es bueno o malo, vamos a crear la siguiente situación:

Imaginemos que usted se encuentra descansando en su casa, y de repente comienza a percibir que abruptamente comienza a ingresar un humo negro y denso. Sin pensarlo, su cerebro encenderá una “alarma”: un incendio está ocurriendo.

¿Que hay que hacer en una situación de estrés como ésta? ¿Deberá respirar profundo y quedarse tranquilo? ¿Será mejor buscar la forma de huir y salir de su hogar? ¿Está bien estresarse en este tipo de situaciones? ¿El estrés es malo aquí?

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta fisiológica de protección que nos permite sobrevivir ante situaciones que consideramos amenazantes. Es un sistema de protección que nos permite responder ante situaciones que consideramos peligrosas o que nos generan incomodidad.

Sin embargo, qué ocurre si nos encontramos descansando en nuestro hogar y comenzamos a pensar: ¿Qué pasa si se incendia la casa? ¿Qué sucede si entra un ladrón mientras estoy durmiendo?

Lo que sucede es que todos los pensamientos hipotéticos, escenarios imaginarios, también activan nuestro sistema de “alarma”. Por lo tanto, nuestra mente nos lleva a sentir sensaciones que hacen que nuestro cuerpo pague los platos rotos de esta “película de terror” imaginaria. 

Nuestra mente no sabe distinguir entre lo que es realidad de lo que es imaginación, y por lo tanto, todo lo que ocurre en nuestra mente se vuelve real en el presente.

Así, la mente actúa como una gran lupa que amplifica lo que estamos pensando o proyectando, “activa” la señal de alarma cuando pensamos en posibles escenarios que nos pueden poner en peligro o  que nos pueden generar incomodidad.

Entonces, ¿qué es pasa si la alarma no se apaga?

Cuando nuestros pensamientos mantienen esa “alarma” encendida de forma permanente, generan un estado de estrés crónico. De esta manera, esta situación sostenida en el tiempo, provoca problemas serios en la salud como lo son el insomnio, cambios en el humor, problemas cardiovasculares, entre otros.

Es importante lograr el equilibrio para poder responder de forma adecuada ante la situaciones cotidianas. ¿Cómo percibo mi realidad?  ¿Cuáles son los pensamientos que predominan en mi vida?

Recuerde, si usted se encuentra en su casa y percibe olor a humo, es importante que su sistema de estrés se active y le permita buscar la forma de huir, es el mecanismo que le permite sobrevivir. En este sentido se podría decir que el estrés es bueno.

De lo contrario, si se encuentra trabajando o descansando plácidamente en su hogar y comienza a pensar en la posibilidad de un incendio o que alguien pueda entrar a su casa a robar, o cualquier escenario hipotético de riesgo; eso activará automáticamente esa la alarma que provocará un estado de ansiedad y estrés. Por lo tanto, en esa situación podemos afirmar que el estrés le está jugando una mala pasada. Usted se ha transformado en esclavo de sus pensamientos.

Así que el primer paso para resolver este dilema es empezar a diferenciar estas situaciones. Saber que usted tiene el poder y la habilidad de regular esta respuesta natural del cuerpo.

Puede empezar a calibrar esta alarma hoy, eligiendo «apagarla» en el caso que usted considere que no es necesaria, en caso de que no haya peligro o que es usted sea el que está generando un escenario futuro negativo a través del mal uso de sus pensamientos.

Lo invitamos a conocer más sobre nuestro programa especial Menos Stress o si desea nos gustaría orientarlo con su situación personal al compartir su historia personal haciendo clic aquí

CINCO errores para dejar de fumar (no hacer esto)

La mayoría de las personas encuentran extremadamente difícil el dejar de fumar. Les gustaría, obviamente, que fuera fácil y placentero, pero eso no es así, cuesta y mucho. 

El fumador que quiere abandonar el hábito siente como que tiene dos voces en su cabeza que luchan constantemente entre si, una que le dice que no tiene que fumar nunca más y la otra que le pide que agarre un cigarro. Y lamentablemente, casi siempre, gana la voz que pide fumar. Es muy frustrante el querer algo que depende 100 % de uno mismo y no lograrlo. La persona se convence y se jura que nunca más va a encender un cigarro y minutos después se encuentra fumando. Es desmotivante. Esto provoca, entre otras cosas, que su autoestima baje y la persona empieza a sentirse débil y dependiente.

Una vez que la persona toma la decisión final de dejar de fumar tiene que estar atento a no cometer los siguientes errores, que van a hacer que le sea muy difícil el abandonar definitivamente este hábito nocivo.

1. Quiero que mi vida siga igual, solo quiero dejar de fumar.

Nuestro cerebro no quiere cambios, ya que tiene una certeza: haciendo lo que venimos haciendo estamos vivos. Entonces cualquier cambio es rechazado. No analiza si el cambio es positivo o no. No quiere cambios.

Un error muy común, y que genera mucho estrés y ansiedad, es el conservar nuestra vida igual, hacer lo que se hace siempre, de la misma manera, con el solo cambio de eliminar el consumo de cigarrillos. Al hacer esto es muy obvio para el cerebro que lo que falta es el cigarrillo y que necesita su consumo.

Hay que pensar claramente que se va a hacer cuando venga el impulso de fumar, porque, guste o no guste, ese impulso va a venir. ¿Cómo va a ser la vida, de ahora en más, sin el cigarrillo? Hay que hacer otros tipos de cambios cotidianos para ser una persona diferente, empoderada y no fumadora.

Adelantarse al impulso de fumar, y saber de antemano que hacer cuando aparezca.

2. ¿El cigarro quita la ansiedad?

Hay un mito muy común entre los fumadores que es el pensar que el cigarrillo relaja cuando en realidad el cigarrillo es un estimulante. Entonces, ¿Por que se piensa que el cigarrillo relaja? Hay estudios de Universidades de Inglaterra, entre ellas Cambridge y Oxford que llegaron a la conclusión que al ser fumador la persona tiene ansiedad por su deseo de fumar y que en el momento mismo de fumar se calma el síndrome de abstinencia. 

Es un error muy extendido el convencerse que al dejar de fumar se va a estar muy ansioso y no tiene por que ser así. Por lo tanto, lo que se recomienda es reemplazar el hábito nocivo por algún hábito saludable de relajación como puede ser meditación o autohipnosis.

3. Cambiar un hábito nocivo por otro nocivo.

Relacionado a los dos puntos anteriores es importante cambiar el hábito nocivo de fumar por hábitos saludables, como ser, realizar ejercicio físico, alimentarse de forma más saludable, más sano, masticar chicle sin azúcar, tomar más agua, etc.

Muchas veces las personas, al no tener un programa profesional y adaptado a sus necesidades para dejar de fumar, sustituyen inconscientemente el fumar por tomar alcohol, comer golosinas o cualquier cosa que encuentren en la heladera. Esto termina provocando otro problema que no se tenía antes.

En el caso de los impulsos hacia la comida, termina produciendo un considerable aumento de peso de la persona, y a mediano plazo se produce la dicotomía de no saber si era mejor fumar o engordar. Esto es completamente evitable adoptando previamente hábitos saludables.

4. Yo puedo dejar el cigarro solo 

Hay personas que deciden dejar de fumar de un día para el otro y lo logran. Aplausos a ellos. La mayoría de las personas no pueden lograr dejar el cigarro solos y necesitan ayuda.

Es un error grande el no tener un plan claro y personal para dejar de fumar. Además, es importante que este plan incluya el entorno de la persona. Se trata que las personas que lo rodean sepan que quiere dejar de fumar y así puedan acompañarle en su búsqueda, no ofreciendo cigarros y cuidándolo en ese momento tan especial.

5. Elegir una mala razón para dejar de fumar

Es importante que la persona que decide dejar de fumar lo haga por él mismo, por un cambio de vida que quiere realizar para siempre.

Si el motivo que elige para dejar no es sólido corre grandes riesgos de volver a fumar en un tiempo cercano. El dejar de fumar por una pareja, por un familiar, por un pedido puntual de alguien no es un argumento sólido ni convincente para nuestro cerebro

Si tiene alguna duda o quiere conocer más sobre su caso en particular, lo invitamos a contarnos su historia haciendo clic aquí

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